4/12/10

[...]

Seguía pasando. Había un momento en el que las neuronas rompían su conexión. Los rostros más queridos iban desapareciendo de mi mente, uno por uno. Cuando saludé al último, supe que mi yo tal y como lo conocía desaparecería después. Cuando era más pequeña me atormentaba no volver, pero con el paso de los años, había aprendido a disfrutar esa nada. Porque la nada no duele, la nada no tiene matices, la nada se explica de manera siemple: nada.

Unos segundos, y el shock. Enterré las uñas en el colchón, para no irme. Pero me fui, como siempre. Allí quedó mi cuerpo tendido, sin alma, sin sentir.

2/11/10

This is no ordinary love.

Cuando el lenguaje verbal resulta insuficiente para intentar explicarte lo que siento por tu espalda, por tus rodillas, por tu piel; me entrego al instinto más primario, a las necesidades inmediatas, al morir allí mismo si hiciese falta, a lo más puro, a lo más animal, a lo más nuestro, a lo mejor que he llegado a sentir este alma y este cuerpo.

26/10/10

Hoy sólo necesito un abrazo fuerte que me borre esa horrible sensación de que todo lo que toco se rompe.

20/10/10

Bendita metamorfosis.


Y llegó él, e hizo de mis apatías, anécdotas poco reseñables. Y se puso manos a la obra, recomponiéndome pieza por pieza, untándome con el amor más increíble, y por que no, más impredecible que había sentido nunca. Y me muero cuando me toca, os juro por lo que creais más santo, que me muero cuando me toca.

Y todo aquello que me resgaba el jersey de otoño el año pasado, parece simplemente una de esas malas rachas que tiene toda persona con las visceras un poco palpitantes. Y este otoño está vacío de aquel montón de recuerdos de aquel algo que puede que nunca llegara a existir realmente, y está plagado de atrincheramientos en el sofá, de mantas de leopardo, de kilómetros, de carretera y de bendita metamorfosis.

24/7/10

Sutura.

Déjame curarte. Déjame hacerte una incisión limpia en el pecho. Déjame extirpar el dolor podrido de antaño. Déjame practicarte una sutura pulcra. Déjame aplicarte un vendaje protector. Prometo una cicatrización rápida y un carro de cuidados para tu recuperación.

Déjame que haga de mis "Buenos días" tu despertador. Déjame explicarte que la vida entre dos, es mejor. 

11/7/10

Salvavidas, trampolín y paracaídas.


Yo no sé cuantas oportunidades le da la vida a una para conseguir mezclarse bien con un igual. Yo no sé de momentos propicios. Yo no entiendo de largas esperas ni de rompecabezas, porque a veces, simplemente todo termina por encajar.

Lo que sí sé es que una no puede hacerse la distraída y hacer como que no ve lo que realmente es. Sé que el combatiente férreo es esa excepción que no confirma la norma y que cuando me roza los logaritmos dan como resultado el más inabarcable infinito. Sé que al de la voz de locutor, dormir muchas horas no le sienta bien. Sé que el de los ojos grandes añade más sal a mi plato para que sepa mejor, sé que me tapa cuando duermo, sé que le gusta hacer sentir bien a todos aquellos que formamos parte de su pequeño estado. Sé que es un luchador sin uniforme. Sé que lo que siente lo siente mucho y que ha dado siempre más de lo que le han dado, y aún así, ha seguido sintiendo y dando.
Pero ante todo, sin duda, sé que quiero cuidar de sus mismísimas entrañas, sé que quiero ser proyector de todos sus sueños, sé que quiero estar ahí para ondear fuerte la bandera cada vez que consiga alcanzar alguna de sus metas. Sé que quiero ser salvavidas, trampolín y paracaídas.

5/7/10

El día del bisturí.

Corto miedos, coso corazones, cicatrizo almas.

4/7/10

Cartón y plástico.

Cerré la puerta de mi cuarto y me desnudé. En aquel momento resultaba vital el contacto de mi piel caliente con las sábanas planchadas, a modo de nido en el que amucharse. Desde la cama podía ver un montón de cajas de cartón mal apiladas y bolsas tamaño industrial repletas de ropa demasiado vieja para usar y demasiado mítica para tirar.  Otra vez entre cajas. Otra vez esa sensación de vacío de no estar en ninguna parte. Otra vez la vida y los recuerdos empaquetados y sin un lugar.

Ya no quedaba nada de mí en aquella ciudad, si es que alguna vez conseguí dejar algún rastro. El tiempo pasaba lento para aquellos que aguardábamos cambios. ¿Algo nuevo? Sí, claro, obras públicas con las que blanquear dinero, otro comercio cerrado, un carril bici que no es carril, y una nueva exposición absurda, que no interesa a nadie, en el museo.

Y un futuro incierto. Y poco dinero. Y el alma otra vez en el suelo. Y la cama vacía.

1/7/10

Metamorfosis (IV)

Quiero compartir mis días malos y buenos contigo. Quiero compartir cama y plato. Sudores y temblores. Sueño, sofá y cigarros felices. Déjame entrar...que me quedo.

29/6/10

Metamorfosis (III)



"Yo quiero que te sientas como encima de un escenario mientras corean tu nombre. Yo quiero hacerte el amor y que sea el mejor riff de la historia".

Después de eso me desintegré, sabiendo a ciencia cierta que a partir de ese momento necesitaría de sus constantes para ser feliz.

27/6/10

Metamorfosis (II)

Si me dejas, te aseguro un rinconcito vitalicio en el pecho, en la caja sentida de las cosas. Sin manuales, sin legislación, sin normas formales. Sólo tú y yo. Los de siempre. A todas horas.

25/6/10

Metamorfosis (I)

Yo quiero que sepas que a tú lado, mi vida es más vida. A tu lado Pequeña se hace grande. A tu lado vale la pena hacer kilómetros y kilómetros sólo para encontrarte.

10/6/10

Madrid, la dicha y la inmundicia.


Hoy el calendario me recordó que me queda poco más de una semana en Madrid. Madrid, siempre será la ciudad en la que me hice mayor. Un buen día decidí llenar la maleta e ingeniármelas para vivir haciendo lo que me gustaba. Lo que me gustaba resultó no gustarme tanto, y casi por casualidad encontré mi profesión en el estudio de sociedades viciadas. En cuatro años, que ha durado esta aventura, he viajado más de lo que  lo había hecho hasta entonces: Dublin, Paris, Berlin, Londres, Amsterdam, y un buen carro de ciudades del territorio nacional. He querido y me han querido, he llorado bien, he amanecido en Gran Vía, me ha raptado un taxista punki, me han robado, me he enfermado, me han enseñado lo que es la amistad infinita, incondicional y eterna, he aprendido a jugar a videojuegos,  he comido pasta y arroz durante semanas, me han traído huevos Kinder a la cama, he trabajado en lugares horribles para terminar finalmente en un bonito despacho con aire acondicionado, he cobrado mucho a veces, y otras me han pagado miserias, me he disfrazado, he llevado vestidos de gala y he perdido la vida en tantos conciertos que sería imposible enumerarlos. He odiado a Madrid y a su inmundicia y la he querido por partes iguales. 

Por delante, Varsovia, ciudad del este, ciudad fría, ciudad soviética. Ciudad a la que me comprometí a ir cuando Madrid dejó de oxigenarme, ciudad a la que quería ir y que ahora me parece tan lejana. Tan lejana de ellos, tan lejana de lo que conozco, tan lejana de tu cama.

8/6/10

Cuestiones reales.

Hubo un tiempo, hace muchos muchos años, cuando aún no llegaba al metro y medio, cuando aún tenía la cabeza coronada con rizos, en el que creía en príncipes y princesas. Los fines de semana me levantaba bien pronto para atender a esas pequeñas cuestiones de un Estado tan pequeño, tan pequeño, que no llegaba más allá de las paredes de mi habitación. Un Estado pequeño, pero un Estado libre. Esto siguió así hasta que llegó una mañana en la que desperté y ya no me gustaba ser princesa, así que desterré mi vestido e hice de mi reino, un cuarto de juguetes.

Y ahora, republicana convencida, llega el combatiente férreo, el de la voz de locutor y me devuelve el título real. Y lo reafirma todas las mañanas con un "Buenos días, princesa". Y entonces me toca volver  a atender esas pequeñas cuestiones de nuestro Estado. Un Estado tan pequeño, tan pequeño, cuyo límite está en el final de la cama. Un Estado pequeño, pero un Estado entero para los dos.





3/6/10

¿Y ahora?

Nunca nadie antes me había escrito con el corazón palpitante entre las manos, acariciando el teclado, sintiendo por los poros, haciéndome caer el alma al suelo. Nunca nadie antes me había prometido que pondría en mis manos cualquier cosa que quisiera, por muy grande, o pequeña, o alta, o fuerte, o infinita que fuera. Nunca nadie antes. Y yo ahora ya no sé si sentir, no sé de cantidades, no sé cuando es mucho, no sé lo que está permitido. No sé si dejarte ver todo lo que hay detrás de mi mirada esquiva, si apostar, si ganar, si arriesgar. Yo ahora ya no sé si estoy preparada para la posibilidad de perder. 

¿Y si al final quiero el infinito? ¿Y si al final te quiero a tí? ¿Pensamos en algún momento en la verdadera importancia de las cosas?.




29/5/10

Exceso.


Que la balanza está desequilibrada dice. Estoy de acuerdo, como siempre en estos casos voy con exceso de equipaje. Tanto querer guardado termina saliendo caro. Pero yo tan contenta ¿eh?, volvería a pasar por Aduana ochocientas veces más.

26/5/10

Aniversario.

A todos/as vosotros/as, que con vuestras visitas no habéis dejado que me sintiera sola:

Este rincón de medios versos cumplió hace unos días un año. Estos doce meses han coincidido con los doce meses más tristes que me han tocado vivir. Y esa había sido la tendencia hasta ahora, pero parece ser que en la gráfica de la vida, la recta augura un despunte ascendente. 
En las últimas semanas ha reaparecido en mi vida un elefante que lo ha puesto todo patas arriba. Ya no sé dónde guardaba las cajas de versos que escribí a aquel que en su día fue mi mitad, las odas a la desidia y el lagrimeo constante. Todo eso ha estallado por los aires, y no queda nada de aquello, salvo los versos archivados aquí escritos que de vez en cuando leo para acordarme de dónde vengo y a dónde quiero llegar.

Es como si a la fachada de la vida le hubiesen dado una mano de pintura, como ser el primer viandante del día de una avenida principal, como pisar charcos equipados con botas de lluvia. No creo estar hablando de segundas oportunidades, sino de reseteo. Reiniciar el corazón y dejarse oxigenar por un nuevo bombeo.

Y sí, ya sé que esto tiene fecha de caducidad, que hace meses firmé un contrato que me va a exiliar un año en un país del Este, pero eso ya no importa, he vuelto a sentir.

20/5/10

Cerca.

Estaba cerca, muy cerca. Tan cerca que tu barba me hacía cosquillas en la nariz. Tan tan cerca que mis boca vibraba en tu ombligo.
Estaba cerca, tan cerca que elegí el camino largo para que aquello durara mucho, muchísimo. Hasta reinventar la cercanía, la proximidad de aquello que está al borde de la unión, pero se queda a camino.

Estaba tan cerca que si juntábamos pecho contra pecho y encajábamos corazón , sincronizábamos dos sistemas bajo el mismo engranaje. Hasta bombear el mismo fluido, hasta caer rendidos.

17/5/10

Ven y quédate.

Ahora quiero que te quedes. Quiero darte residencia por debajo del edredón. Quiero que nuestros cuerpos sigan encajando de esa forma única antes de dormir. Quiero despertarme y verte sin ropa. Quiero verte temblar, quiero que te desintegres. Quiero cuidarte, quiero redimirme de este puto año de frivolidades. Quiero que tengamos esa oportunidad de sentir más. Quiero celebrar nuestro cumpleaños en aguas internacionales, besar tu piel y que sepa a sal. Quiero ser copiloto de tus viajes largos. Quiero estudiarte, dedicar las horas a examinarte centímetro a centímetro, repetir el examen y ver que está todo sigue en regla. Quiero brindar en vaso bajo y que mi boca borracha se choque con la tuya sin querer. Quiero no sentirme culpable por necesitarte. Quiero parar el tiempo en un ahora infinito.

Quiero aprender, quiero que me enseñes como eran los días en los que no tenía miedo.

13/5/10

La paz.


¿Sabes cuando de repente todo parece estar en su sitio? Cuando no quedan vendavales, cuando las persianas de los comercios se bajan y lo material ni se vende ni se compra, cuando cierran los parques y los árboles empiezan a respirar, cuando sale el sol en la costa y la arena está fría, cuando barren las colillas de los bares, cuando oyes alejarse al camión del servicio municipal de recogida de basuras y por fin te duermes.

Me gustan los silencios que haces al respirar, son jodida paz. Jodida paz para alguien con los pulmones pequeños que por las noches es una cajita de musica oxidada, una puerta con las visagras viejas. Jodida paz para alguien que desde hace más de un año tiene miedo a sentir de más, para alguien que desde hace más de un año tiene las entrañas rotas y un dolor de cabeza que no se va. Jodida paz para alguien que te quiere como se quería antes, como alguien que se salva al tocarte.

Y sí, duermo mal las noches que no estás conmigo. Y me dan igual los manuales del sentir, los viajes al Este, y nuestra relación sexoafectiva. Yo quiero contigo, mucho y más.




11/5/10

Creations.


Te admiro porque cuando tocas, creas.
Te admiro porque lo que creas, lo sientes.
Te admiro porque tienes diez mil canciones que cantar,
diez mil acordes que enlazar.
Te admiro porque estás muy cerca de estar dónde quieres estar.


3/5/10

Hasta la próxima.


Sabíamos que era la última tarde, la última noche. Después de eso, todo un océano de por medio a modo de foso gigante. Sabíamos que era la última tarde y comimos tarta de arándanos. Te leí poesía y lloramos con los pies. Era la última tarde, pero era la tarde. Jugamos a buscar tesoros y compramos crêpes. Fuimos a la Feria del Libro Antiguo y paseé por Colón colgada a tu espalda. Era como tener diez años menos. Era como viajar en el tiempo diez años más. Era como saber como sería nuestra vida en cuanto las cosas dejaran de estar del revés.

-Nos quisimos mucho, ¿no?
-Y nos queremos.
-Ya, pero antes amanecíamos desnudos.
-Ya, y ahora amanecemos contentos.
-Te voy a echar de menos, Qhari.
-Y yo, Warmi, pero cuando volvamos a vernos te juro que te fabrico un universo entero.

29/4/10

Cuidados.

Ahora dice que le apena la pérdida. Ahora dice que aunque sean amigos "nunca jamás va a dejar de ponerle". Pobre, pienso. Este chico hace mucho que no sabe tratar y cuidar a una mujer.

Instintivamente pienso en tí, en tu forma de morir por besarme el cuello.


28/4/10

El alma es la cebolla del sofrito.


Ya te advertí yo una noche de hace más de un año que nadie, nadie, te iba a necesitar más que esta que aquí escribe.
Supongo que aquella que no soy yo, terminó cansándose de tu falta de sentir, tu falta de latidos por minuto, tu mirada impasible cuando pronuncias un "no".

Y me entristece ¿eh?, no te creas, empezaba a caerme bien.

26/4/10

Por poco.

Te has quedado a un beso y un mordisco de volverme loca para todo el mes.
Nunca estuviste tan cerca, y ahora yo quiero siempre.

24/4/10

Reinvenciones.

Hoy te salvo, me salvas. Hoy te desato de todo nudo. Hoy me recompones pieza por pieza.  Hoy te desarmo. Hoy me escoltas. Hoy te hago libre. Hoy me haces esclava de cada uno de tus rincones. 
Hoy quemo. Hoy ardes. Hoy rezumo altas pasiones por boca, pecho y espalda. Hoy eres el único faro encendido de todos los puertos. Hoy te como. Hoy me untas. Hoy te esposo con las piernas. Hoy me hablas con las manos. 
Hoy hago de tu feria de imposibles una muestra de posibilidades. Hoy haces de nuestras casualidades un teorema racional. Hoy te abro el paso, te construyo puentes, canales, autopistas y aeropuertos. Hoy haces de tí transporte de alto tonelaje y de una sola dirección.

Hoy me reinvento en ciento una formas, si hace falta, para que necesites siempre de mi anclaje.





20/4/10

La muerte del Impresentable.

La Srta. Bye va a echar mucho de menos cada una de tus impresentabilidades, South.
Menos mal que tenemos por delante un montón de cumpleaños (bis) que celebrar y quinientas mil canciones que compartir :)


19/4/10

If i had your face then i could make it safe and clean



Así de ridícula soy, que salgo de una para correr a otra. Pero es la primavera joder, son las nubes sucias, estas ventoleras que me despeinan, los ataques asmáticos por alergia, la nariz hinchada por los resfriados de Abril. Son las huellas dactilares que aún llevo impresas por la piel.
Son todos los subnormales que hay por ahí sueltos, los que hacen que te me asemejes a un puto milagro, un Mesías salvador sin libro santo.
Es The Cure, son las Bibliotecas Públicas de Madrid a las nueve de la mañana, es el olor a café de funcionario que se huele por los pasillos de mi trabajo, es el transporte en hora punta. Es el comienzo de los días casi felices.

18/4/10

Pequeñas batallas, grandes victorias.



Lo conseguiste. Lo conseguí. Lo conseguimos. Ya no siento nada cuando te veo, te miro, te escucho.
Ni eres el que eras, ni serás aquel al que quise. Tengo que leerme para acordarme de por qué te necesitaba. 

17/4/10

A falta de medio verso.

Eran las nueve de la mañana y tú dormías. Y yo lloré, porque durante esos días no había encontrado las palabras suficientes y apropiadas para decirte que aquel había sido el momento más feliz de mi vida en más de un año. 

Y se nos acababa el tiempo, y se me acumulaban los te necesito...y tú en Marte.


10/4/10

Canciones tristes


Nos necesitábamos. Necesitábamos respirarnos, transpirarnos en simbiosis explosiva. Necesitábamos comernos la boca para terminar la noche vivos. Aquella era otra de esas noches erráticas en la que me necesitabas, te necesitaba.

Y ante tal dispositivo de necesidad, tal demanda, volé atravesando campo castellano hasta dar con los lunares de tu espalda, aquella autopista de vertebras alineadas, aquel lienzo moteado en el que componer canciones tristes.


8/4/10

The best of you

Cuando nos despidamos, hará sol y sonará The best of you...

es algo que sé y sabes.

3/4/10

Mosaico.

-Que puta es la vida.-Le digo a mi compañero de cama, versos y pincel.
-Vida puta, vida ramera.
-¿Te puedes creer que he perdido años de mi vida de una forma absurda? ¿Te puedes creer que tengo que tomarme pastillas para aguantar espasmos estomacales que yo misma me provoco? ¿Te puedes creer que hoy me haya levantado no sintiendo nada por la persona a la que creía mi mitad? Tanto pesar, para ahora no sentir nada. No me acuerdo ni de como besaba. ¿Te lo puedes creer? Años de mi vida gastados en él para sólo acordarme de que tiene las manos pequeñas.
-No te creo, pero no me importa. Él está lejos, y tu ombligo ahora se besa con el mío.
-Créeme que no siento nada. Hoy he vuelto a verle con aquella que no soy yo, y no he sentido nada. No siento nada porque debajo de su piel tostada ya no hay nada, no queda nada. Su vida entera es una confusión que termina en la nada. Es una obra de teatro que no termina después de los aplausos. No me gustan las personas vacías, y he tardado demasiado en darme cuenta.
-De la nada no se vive, eso desde luego.
-Yo lo he intentado, pero una no pasa de la primera quincena. ¿Y como llegas así a fin de mes? No se llega, no se llega…
-¿Y si te hago el amor y hago que lo sientas todo?
-Sí, por favor.-Le digo mientras me dejo rodear por sus brazos ardientes.
-¿Sabes por qué te quiero?
-¿Por qué?
-Te quiero porque eres como un mosaico. Un montón de pedacitos rotos que forman algo nuevo y fantástico. Siempre se me dieron bien los mosaicos en clase de arte. El secreto está en saber aglutinarlos...


28/3/10

El principio de la primavera.


Me dormí sabiendo que mientras yo descansaba tú acortabas kilómetros en una furgoneta roja recién pintada. Sabía que cuando despertara, tú te meterías por debajo de las sábanas para gritar, "¡buenos días ombligo!".
Y así fue, sonó el tiembre, me levanté a tientas, dejé abierta la puerta y volví corriendo a la cama. Tú entraste con formas ceremoniosas, te tapaste con mi edredón, saludaste a mi tripa y dijiste: "Warmi...he encontrado un sitio que quiero que veas".
Después de 60 kilómetros por la N340 dirección Tarragona, nos metimos por un desvío. Aquel camino estaba en muy mal estado y en dos ocasiones me dí la cabeza contra el techo al pasar por unos baches. Y de repente lo ví. Delante de nosotros se extendía un campo de almendros en plena floración. Al bajar del vehículo, el olor intenso de aquellas flores blancas me hizo estornudar. Aquel no era un buen sitio para una chica alérgica a todo como yo, pero no me importaba, por una vez en meses era feliz. 
Una ráfaga de viento movió las ramas de los árboles, y empezaron a llover pétalos sobre nuestras cabezas.

Sin duda, aquel sí que era el principio de la primavera.

24/3/10

5:00 AM

-Deberías dejarlo ya.
-No puedo.
-Déjalo.
-¿Cómo se deja de querer a alguien?
-Empezando por intentarlo.
-Sólo voy por las pestañas.
-Déjalo ya, te estás muriendo Warmi...
-Vete.
-¿Qué?
-Que te vayas.

23/3/10

Martes

Hoy, después de la pausa laboral para tomar un café rápido, ha muerto un hombre delante mío.
Lloré por él. Lloré por la sábana blanca que le arrojó el técnico que conducía la ambulancia por encima de su cuerpo. ¿Por qué les pondrán sábanas por encima? La muerte es algo tan digno que no se debería ocultar de esa absurda manera. Lloré por todas las almas de este pueblo, que por no tener nada más que hacer durante la mañana, se agolpaban en torno al cadáver hablando en forzada voz baja. Volví a mi puesto. Media hora después volvió mi compañera, muy puesta ella en la agenda social, contando a todo el departamento lo rápido que fue el levantamiento del cuerpo después de la llegada del juez, que oh casualidad, era el marido de la Conchi una vecina suya.

Un día de estos me cargo el mundo y el marido de la Conchi va a tener que hacer horas extras.

21/3/10

Sobre la almohada.

Aquel que medía más de un metro ochenta pero que no alcanzaba el metro ochenta y dos, siempre podía hacer del día más triste de tu vida, un día menos triste. Si algo me gusta del chico de los ojos casi marrones, casi verdes, casi miel es su poder de aparición en el momento menos previsto. Suena el timbre y sube con sus andares de juglar trasnochado y su sonrisa tamaño pórtico. Nunca hace preguntas porque lo lee todo con los ojos. Te estudia en dos segundos y luego te abraza, rodeándote con los dedos manchados de pintura y tinte que no sale incluso después de mil lavados.
Ya puedes destrozarle el corazón una vez tras otra, que él sigue apostando porque tu corazón hecho trizas pueda volver a latir algún día para él.
No me deja dormir encima suyo porque dice que muere del calor, pero cuando me despierto siempre tengo su brazo encima de mi tripa. Puedo llorarle y preguntarle por qué narices el que creía amor de mi vida puede respirar con normalidad después de decirnos adiós, que siempre, siempre, tendrá en el paladar una respuesta tranquilizadora. Me invita a probarla, y yo lo hago. Y me deshago en los besos más sentidos, más dolientes.

Y cuando consigo entenderlo todo y tengo la respuesta en mis manos, se vuelve a marchar, dejándome un puñado de caramelos sobre la almohada.


15/3/10

Ven

Ven. Llama a la puerta. Sube el ascensor nervioso. Pasa dentro. Súbeme en volandas. Grita conmigo mucho para que se nos vaya el miedo. Dí que se nos da muy mal no querernos. Dímelo al oído. Convénceme de que durante un año de mi vida no he estado equivocada. Olvida que hay un mañana. Vive el hoy, el ahora. Hazme el amor, tres o cuatrocientas veces. Llega a cenar. Volvamos a París. Vayamos a Oporto. Ven conmigo a ver el mar. Perdámonos en carreteras. Despiértate conmigo. Haz de mi tu mezcla. Perdamos la vida en algún concierto. Déjame ser un koala, tu koala. Mostremos al mundo que las casualidades más raras de la vida pueden convertirse en el mejor experimento jamás creado. Absórbeme. Cáete rendido por debajo de mi ombligo. Cuéntame cuentos, secretos, canta conmigo. Ven tarde, pero ven, sé el gran acierto de mi vida.

Tienes hasta mañana para aparecer por la puerta.

Pero si no llamas, y por tanto no subes, y no estas nervioso, y no entras dentro. Y ni me subes en volandas, y ni gritas conmigo. Y no se te va el miedo. Y crees que se está mejor sin querernos, y no me convences. Y para ti hay un mañana, y no quieres hacer el amor tres o cuatrocientas veces. Y no llegas a cenar. Y no te haces a la idea de volver a París, de viajar a Oporto. Y no te quieres salar de mar, y no quieres perderte en carreteras. Y prefieres despertar sólo, sin mezcla. Y quieres sobrevivir a los conciertos, y no quieres oir hablar de koalas encima. Y no crees en las casualidades raras de la vida, ni en la absorción, ni en las muertes por debajo del ombligo. Y no cuentas cuentos, ni secretos, ni cantas...no vengas. Sabré que nos hemos perdido.

14/3/10

Corazón mutante.

Ando con el corazón líquido, corazón fluído. Corazón hecho sangre pura, sin ventrículo.
Ando con el corazón helado, corazón hielo. Corazón hecho agua pura, sin añadido.
Ando con el corazón destrozado, corazón despojo. Corazón hecho añicos puro, sin refugio.

Ando con el corazón mutado, corazón cósmico. Corazón marciano, raciocinio forastero.

12/3/10

Ojalá crezcas pronto.





"Ojalá crezcas pronto"-pienso mientras nuevamente nos separa un andén.
Ojalá crezcas pronto, mi vida. Ojalá algún día nos dejemos de este amor metafísico, idílico, de sabernos los únicos...para que me veas.
Ojalá no tuvieses miedo. Ojalá necesitaras necesitarme. Ojalá dejaras que hiciera de tu pecho un nido en el que refugiarme cada vez que me dueles.
Ojalá soñaras con mi ombligo, con tenerme, con tenernos, con hacer de esta mediocre existencia un lugar mejor donde poder vivir, y no malvivir.
Ojalá te perdieras en la inmensidad del sentir, pero del sentir de verdad. Ojalá transpiraras por mis poros.

Ojalá marzo no fuera nada más que el principio de la primavera.



Photo: Haruhi

9/3/10

Coincidencias


La vida se resumía en 300 coincidencias.
150 de las nuestras eran forzadas, pero joder, que bien encajaban.



Photo: Monika

6/3/10

Casi casi.

Hoy casi casi te tomo de rehén. Hoy casi te arrastro hasta mi tren y te cuento en un beso que dure todo el viaje que tal se me da eso de vivir con tu ausencia. Hoy casi pido el rescate más desorbitado, por tu piel color tierra, a las autoridades naturales que me privan de tus amaneceres.

Hoy casi casi te ataco. Hoy casi te derribo al suelo y te cuento nariz con nariz que tal se me da eso de quererte, desearte y odiarte al mismo tiempo. Hoy casi te muerdo, te paladeo, te saboreo, te diluo en saliva fría de invierno.

Hoy casi casi trepo por tu espalda, repto por tu abdomen. Hoy casi me cuelgo de tu oreja y te cuento al oído lo bien que se me da eso de rozarte con los dedos.

Hoy casi casi me vuelvo a vender barata. Hoy casi te perdono la falta de riego sanguíneo y me perdono la necesidad de necesitarte.

Hoy casi te tengo.

3/3/10

Adicciones.




El combatiente férreo resultaba adictivo. Era como dejar de fumar durante meses y volver a ello con ansia destructiva, con el deseo que sólo provoca aquello que está prohibido, con las ganas de un muerto de sed que ve en tu boca el principio de la salvación, aunque la salvación sea la suma de pequeños instantes...porque en ese momento, parece que todo se pone de acuerdo para que sea la salvación perfecta.
Y una vez sucede ese primer contacto, entre la boca del ex fumador, el roce de lo prohibido y el sediento que pinta sus labios con el más bendito fluído...el cataclismo. La perturbación de la piel caliente, la caída de un onceavo piso al vacío, el salto sobre una cama elástica al puto cielo.

¿Y cómo baja una del puto cielo? Con el abrazo más sentido, que por primera vez en meses consigue que sienta algo. Es más, y con ello me corrijo casi simultáneamente, un abrazo que por primera vez en meses consigue que lo sienta todo.

Nada más, que descanses.

25/2/10

Sólo tres.



La vida nos iba a sonreír solo tres veces, de eso estábamos seguros. Sabíamos también que la última de las sonrisas era aquella que provoca la llegada de la muerte, la desidia del que está acabado, el burlesco final de todo teatro medieval.
¿Y las otras dos? Ya las habíamos gastado en las enésimas oportunidades que nos habíamos dado, ahora solo quedaban risas maltrechas y la aburrida poesía de un trovador divorciado.



11/2/10

Idas y venidas.

-¿Crees que volveré a sentir algún día?
-Lo creo.
-¿Será pronto?
-Tan pronto como me dejes.

Después de eso nos quedamos dormidos en la desnudez más primaria, sin rozarnos las bocas ni una sola vez.