25/7/09

Cerrado por inventario.

Esta mañana llegó una caja de cartón por correo. Dentro había una cometa hecha a mano, y atada con su propio hilo una nota: "es lo único que se me ocurrió para que no tocaras el suelo. Cuando quieras, nos echamos a volar".
Firmaba el presente aquel que no eres tú, el chico de la mirada y de la paciencia infinita, el de los ojos casi marrones, casi verdes, casi miel. El pintor perfecto que sigue sin ser tú. Te maldije mil quinientas veces y me prometí que hoy sería tú último día en mi vida."Mañana te dejo de querer del todo y te buscas un nuevo hospedaje en otro corazón, que el mío cierra por inventario", pensé.
Después de eso, corrí al teléfono en busca de la voz de aquel que no eres tú; en busca de la voz del chico de la mirada y de la paciencia infinita.

19/7/09

Ahórrame tiempo.

Si lo prefieres puedo seguir buscando bocas a las que morder. Puedo seguir desabrochando botones nuevos. Puedo volver a los conocidos y volverlos a desabrochar. Puedo descorchar otras tres botellas con otros y brindar en secreto porque ya no estás. Puedo dejar que me desnuden y puedo desnudarme para otros tantos más. Puedo jugar a cosas nuevas, puedo despertarme entre sábanas de colores o sobre el más raso colchón.

Claro que si lo prefieres podrías ahorrarme tanto trajín de cama en cama, y pedirme de frente y de verdad, que tu boca es más boca cuando nos mordemos, que a tu camisa le sobran los botones y a nosotros si algo nos falta es la paciencia, que por querer nos podemos desabrochar hasta el alma, que si bebemos mejor que sea cerveza fría de botellín, que si brindamos sea porque a la noche le han añadido horas, que desnudos todos los juegos pintan mejor y que poco importa dónde nos despertemos si el reloj pasa de las tres.

15/7/09

Casi marrones, casi verdes, casi miel.

Aquel día ví lo que no tenía que ver y pasé parte de la tarde enjugándome los ojos, alejándome de tu campo de visión, para que tus ojos casi marrones, casi verdes, casi miel no me descubriesen. Tus ojos casi marrones, casi verdes, casi miel, además de preciosos se clavan rápido y me encontraron en un pestañeo.
Te acercaste y dedicaste tres besos a cada uno de los míos, que no son ni casi marrones, ni casi verdes, ni casi miel. "Me sigues pareciendo preciosa a pesar de que llores por alguien que jamás podré ser yo". Hicimos el amor. Cuando me desperté te encontré fuera de aquella furgoneta con tus ojos casi marrones, casi verdes, casi miel puestos en las cuerdas de la guitarra a la que hacías sonar de manera limpia aquel New love grows on trees.


2/7/09

Cortisona 300 miligramos unidosis.

A título informativo te escribo para dejar de manifiesto que has dejado de formar parte del entero que hacíamos cuando tú eras mi mitad.
A título informativo te escribo para dejar de manifiesto que desde hace dos días tu nombre sólo me suscita lástima a la vez que compasión, por tu tardía adecuación al mundo adulto y por la pérdida que sentirás cuando me necesites a la 1 de la mañana y ya no haya nadie al otro lado que te explique que si me dejas, tu vida se puede convertir en algo mejor.

La insuficiecia de corticoides que experimenta mi cuerpo cada cierto tiempo me ha demostrado que ya ni siquiera te necesito para que sujetes mi mano mientras me inyectan los reglamentarios 300 miligramos.