11/7/10

Salvavidas, trampolín y paracaídas.


Yo no sé cuantas oportunidades le da la vida a una para conseguir mezclarse bien con un igual. Yo no sé de momentos propicios. Yo no entiendo de largas esperas ni de rompecabezas, porque a veces, simplemente todo termina por encajar.

Lo que sí sé es que una no puede hacerse la distraída y hacer como que no ve lo que realmente es. Sé que el combatiente férreo es esa excepción que no confirma la norma y que cuando me roza los logaritmos dan como resultado el más inabarcable infinito. Sé que al de la voz de locutor, dormir muchas horas no le sienta bien. Sé que el de los ojos grandes añade más sal a mi plato para que sepa mejor, sé que me tapa cuando duermo, sé que le gusta hacer sentir bien a todos aquellos que formamos parte de su pequeño estado. Sé que es un luchador sin uniforme. Sé que lo que siente lo siente mucho y que ha dado siempre más de lo que le han dado, y aún así, ha seguido sintiendo y dando.
Pero ante todo, sin duda, sé que quiero cuidar de sus mismísimas entrañas, sé que quiero ser proyector de todos sus sueños, sé que quiero estar ahí para ondear fuerte la bandera cada vez que consiga alcanzar alguna de sus metas. Sé que quiero ser salvavidas, trampolín y paracaídas.

4 comentarios:

  1. Es perfecto encontrar a quién ofrecer tanto y que, a parte, lo merezca de esa manera.
    Me gusta mucho esta entrada!!

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  2. "Yo no entiendo de largas esperas ni de rompecabezas, porque a veces, simplemente todo termina por encajar."

    Me ha encantado, desde ya te sigo.

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  3. Yo tampoco entiendo la constante iteración de la mente y el corazón, del fluir del verso espontáneo que me sigue siendo enigmático... de tu poder para hacer girar mi universo.

    Me encanto tu entrada.
    Saludos

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