19/10/09
Perfecciones
Tenía una espalda perfecta, envolvente, manchada de lunares y surcada por una autopista de tráfico fluído en forma de vértebras alineadas.
Etiquetas:
LA CASUALIDAD DE LOS IMPOSIBLES,
MICRORRELATO
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Quizás merece el riesgo ir a mil por hora recorriendo cada vértebra. O no.
ResponderEliminarSrta. Bye. La imagen que definía tu perfil era perfecta ¿Por qué este cambio?
Qué chorrada de pregunta. Siempre hay cambios.
ResponderEliminarNo tenses demasiado los tendones.
No existe una espalda perfecta. Pero seguro que existe la persona que, al menos, pueda hacérnoslo parecer. Y eso es, finalmente, lo único que permanece.
ResponderEliminarBesos.
(Yo también prefiero la otra imagen... Pero supongo que sigues siendo tú)