19/8/09

Acerca de lo curioso.

El chico de los ojos casi marrones, casi verdes, casi miel, el de la mirada y paciencia infinita; no mide menos de un metro ochenta y no alcanza el metro ochenta y dos. Lleva debajo del asiento del conductor, una silla plegable. En varias ocasiones, cuando bajábamos del coche, sácaba aquella pequeña silla del asa, y nos la llevábamos con nosotros. Nunca le ví abrirla y siempre me pareció un trasto más al que teníamos que arrastrar.

Un día le pregunté por qué cargábamos de vez en cuando con ella y me contestó "hay veces que veo cosas increibles y necesito sentarme a contemplarlo, necesito memorizarlo y dibujar en pocos trazos un boceto que me dirija la mano a la hora de pintarlo". Le pregunté si los paseos que dábamos juntos no eran lo suficientemente increíbles, puesto que nunca le había visto desplegar aquella sillita que parecía demasiado pequeña para aguantar a alguien que no mide menos de un metro ochenta y no alcanza el metro ochenta y dos. "Cuando vamos juntos tú eres lo más increíble, y no necesito sentarme para memorizarte, podría dibujarte hasta con la izquierda".

Es curioso, mientras andábamos, llegamos a la playa dónde tú y yo nos revolcábamos bajo la luz de las linternas de los pescadores de media noche. No supe que contestar al chico de los ojos casi marrones, casi verdes, casi miel. No supe que contestar al chico que no mide menos de un metro ochenta y no alcanza el metro ochenta y dos. No supe que contestar a aquel que no eres tú.

7 comentarios:

  1. Me gustó la canción.

    ResponderEliminar
  2. ¿Quizás, algún día, aquel chico de los ojos casi marrones, casi verdes, casi miel, aquel chico de la mirada y paciencia infinita, termine finalmente por cerrar los ojos, por bajar la mirada, por perder la paciencia?

    Yo, al contrario que aquel que no es poeta, prefiero el texto. La canción, aunque también bellísima, siempre estuvo ahí.

    Besos.

    ResponderEliminar
  3. a mi me gustaron las dos cosas
    xD
    ay :) me encanta este blog !
    tenes tanta personalidad, se nota en tus relatos ! :)
    tu forma de escribir hacerca del chico ese, el que no mide menos de un metro ochenta y no alcanza el metro ochenta y dos, es genial como lo describes ! ahi con su sillita a cuestas por la vida ! :)

    ResponderEliminar
  4. A mí también me ha gustado la manera en que está escrito el relato. He de confesar que no he escuchado la canción, ¿me perdonas?

    ResponderEliminar
  5. Srta. Bye. Además de gustarme tu nombre, Srta. Bye, me parece de maravilla este texto. Esta sensibilidad. Debes de tener algo muy bueno ahí palpitando.
    PD. No contesté los comentarios del post.
    Sólo decirte que los locos de verdad son autodidactas rápidos y no pasan por ser aficionados.

    Un beso.

    ResponderEliminar
  6. Holaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa, gracias por tu visita por mi blog, un fuerte abrazo y un beso te dejo, nos seguimos leyendo ok.

    Cuidate.

    ResponderEliminar
  7. Ese cabronazo se tiraba el rollo infinitamente mejor que yo, jajaja

    ResponderEliminar

Entre tus medios versos y los míos, formemos una estrofa...
Si lo prefieres, también puedes usar el buzón: mediosversos@gmail.com