De la quitud a la inquietud, del coma al cómo, al ciertamente incierto. A esa sensación a la que sólo se alcanza con 3 gramos de paracetamol y menta. Con menta y fiebre. Con menta y Mr. Tambourine susurrando mientras, sin quejarse, da vuelta tras vuelta transformado en vinilo.
El cómo inquietamente incierto me arrojó lucidez en forma de una combinación de 9 dígitos que en alguna parte al noroeste estarían resquebrajando la noche, con la estúpida idea de que alguien contestase a los repetitivos tonos de llamada de una cabina de teléfono con las teclas manchadas de chicle.
Estupenda escritora Srta. Bye. Me voy de blog.
ResponderEliminarQue sepas que entre tus versos y los nuestros hemos formado varias estrofas.
Un beso.
pasa del que es y ve con el que no es, jeje.
Te vas a otro blog o te vas del mundo blog? Espero que de vez en cuando te dejes ver por alguna parte Neuro, se van a echar de menos tus versos :)
ResponderEliminarUn beso y suerte.
No lo tengo claro.
ResponderEliminarSeguiré escribiendo. Pero en el mundo blogger me he encontrado con demasiada mierda y no quiero acabar salpicada.
Lo de las teclas manchadas de chicle me ha dejado pensando ....
ResponderEliminarUn beso
Srta. Bye.
ResponderEliminarNueva cita en la letra subjetiva
-neuro-
si señorita bye, estuvimos seguramente a escasos metros..que te parecio el concierto?
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